El 20 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Justicia Social. La justicia social se basa en la igualdad de oportunidades y en los derechos humanos, más allá del concepto tradicional de justicia legal. Está basada en la equidad y es imprescindible para que cada persona pueda desarrollar su máximo potencial y para una sociedad en paz. Un ejemplo de esto es la convención de los derechos para personas con discapacidad.
La justicia social se convierte en un compromiso crucial para garantizar que no enfrenten barreras adicionales que limiten su acceso a los derechos fundamentales. Esto implica no solo abordar las desigualdades estructurales generales que perpetúan la discriminación, sino también identificar y eliminar obstáculos específicos que puedan impedir su plena participación en la sociedad.
El enfoque de derechos humanos cobra una importancia aún mayor al reconocer y respetar la dignidad inherente de las personas con discapacidad. La justicia social para este grupo no solo implica la distribución equitativa de recursos, sino también la eliminación de barreras arquitectónicas, la promoción de la accesibilidad en todos los ámbitos (desde la educación hasta el empleo), y el fomento de una
cultura inclusiva que valore y respete la diversidad funcional.
La justicia social para las personas con discapacidad, desde una perspectiva de derechos humanos, se centra en asegurar que no sean marginadas ni excluidas, sino que tengan igualdad de oportunidades para participar activamente en la sociedad y disfrutar plenamente de sus derechos, reconociendo y valorando sus capacidades y contribuciones.
En Fundación Best Buddies Chile, contamos con nuestro Programa de Embajadores, diseñado para desarrollar habilidades de liderazgo en personas con Discapacidad Intelectual y/o del desarrollo, tomando como eje formativo la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad.